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viernes, 9 de diciembre de 2016

En la piscina con mi hermano

En la piscina con mi hermano.
Para situaros, os diré que estábamos en verano, hacia bastante de calor. Eran las fiestas de un pueblo cercano al mío, y mi hermano, que es de fuera, vino para pasarlas conmigo.
Como mis padres aún no sabían nada de lo nuestro él se quedó en casa de un amigo suyo a pasar el fin de semana, no fuera cosa la liáramos recién acabado de empezar lo nuestro.
Su amigo vivía en un bloque de pisos, con una piscina comunitaria y me invitó a ir a nadar. Nada más llegamos a la casa, y nos fuimos directos a la piscina los tres, pues el calor era acuciante. La piscina, no era muy grande, pero si tenía un detalle bonito, contaba con jacuzzi. Evidentemente, pusimos el jacuzzi enmarca un poquito, que pasada!! Un enorme jacuzzi que, eje, ponía las hormonas a punto!! Cuando ya hacia un rato que los tres estábamos en el agua, su amigo recibió una llamada telefónica, y la necesidad de que se fuera provoco que nos quedáramos solitos mí no vio y yo en la piscina.
Nos avisó que estaría como media hora en regresar, y como no había moros en la costa, empezamos a meternos mano y con la tontería nos pusimos a mil. No es necesario decir que, tanto mi hermano como yo, somos una especie de estufitas andantes, nos ponemos a tope con unas solas insinuaciones, imagínate hasta donde podemos llegar, estando solos en una piscina, húmedos nuestros cuerpos, acariciados por el calor del sol de mediodía, y cubiertos nuestros cuerpos por unos simples pedacitos de tela a modo de bikini para mí y bañador para él.
Así las cosas, mi novio me cogió en brazos dentro de la piscina y me puso pegada a la pared de la piscina, en un lado desde que los vecinos apenas podían vernos.
Siguiendo con nuestros particulares rituales, jeje, empezamos a besarnos apasionada-mente. Al principio nos dábamos pequeños toquecitos, suaves caricias hasta que llegamos a meternos mano por encima del bañador. Como os decía antes, somos ambos muy cachondos, y, enseguida surgió lo que ambos deseábamos, apartamos los bañadores-bikini.
Mi novio me decía que quería hacerlo en aquel momento, que quería follarme!!!!!
Yo le decía que no, que aquí no que nos podían pillar los vecinos, el amigo, cualquiera nos podía ver si entraban al recinto de la piscina, pero al final, como yo soy como el, mis ganas de hacerlo pudieron conmigo.
Me cogió entre sus brazos y me acerco hasta que podía sentir su cuerpo pegado al mío, apartando mi bikini, dejando que su pene quedara a la entrada de mi cachonda vagina. Por mi parte, yo le rodeé su cintura con mis piernas.
Empezó a penetrarme despacio, por el roce del agua, para hacer que no notáramos más que la fricción de su sexo con el mío. Yo iba notando como cada centímetro de su miembro entraba en mí. Así como pasaba el tiempo, él iba incrementando el ritmo
De sus maderazos hacia mí, cosa que a ambos nos enloquecía. Teníamos ya un ritmo más que aceptable, no sé qué tiempo había pasado, era presa de la excitación de estar follando en una piscina, y el morbo de que, ni era nuestra casa, ni estábamos seguros que nadie nos viera, y en ese momento, paso lo que tenía que pasar, llegue a mi primer orgasmo en una piscina!! Que placer, jeje, entre el vaivén de mi novio con su pene, mis piernas apretada a su cintura, a él lo tenía la mar de cachondo, todo esto, agravado por el movimiento del agua alrededor de nuestros cuerpos. Era como si yo estuviera flotando, estaba disfrutando de una situación de ingravidez, provocada por el agua, y una sensación de placer, el placer que me da el haber llegado al orgasmo.
Quien se crea que ahí acabo todo, está equivocado. Pues aún faltaba el para correrse. Cambiamos de sitio, nos sentamos en unos escalones que tiene la piscina en otro lado, también colocados con la precaución de no quedar muy a la vista si alguien aparecía.
Solo de recordar estos momentos, hace que mis braguitas se vuelvan a humedecer, recordando cómo fue mi primera vez en una piscina con mi novio.
A lo que iba. Sentados en el escalón ese de la piscina, yo sobre él, empecé a cabalgarlo, cosa que le vuelve loco a él. Cuando la cosa estuvo de nuevo bien lubricada, con mi vaivén de caderas y sus empujones, conseguí que mi hermano se corriera, me dejo llenita de su semen, pidiéndome que no parara hasta que, de nuevo, tuve otro orgasmo.
Suele ser habitual que en nuestros encuentros sexuales, tenga más de un orgasmo, pues he descubierto que soy multiorgasmica, y chicas, que gozada!! Después de haber acabado, salimos de la piscina, empezamos a secarnos, cuando, de nuevo, él se subió a una pequeña pared que hay en el perímetro de la piscina, escondida de las miradas de los vecinos, y bajándose el bañador me pidió que le hiciera una mamadita. Por lo cachonda que estaba, y el no quedaba atrás, así lo hice, y le chupe su polla un ratico. Ambos decidimos dejarlo, pues nos poníamos supe cachondos de nuevo, menos mal, porque la realidad fue que, apenas habíamos cobrado nuestro sentido, el guardado su pene en el bañador, estoy segura que no paso ni un minuto cuando apareció su amigo en la zona de la piscina.



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