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viernes, 9 de diciembre de 2016

Y se la metió lentamente en la boca

Soy Martin, vivo en Buenos Aires, y esta historia ocurrió ya hace un par de años. Mi tía Paola vive en la localidad de Glew, al sur de la
provincia de Buenos Aires. Y durante años ella fue mi mas inalcanzable fantasía…Esta es nuestra historia.
Solía ir a visitar a mis primos, a pesar de lo largo del viaje, solo como una excusa. Recuerdo ver siempre a mi tía en fiestas familiares, con esos vestidos de generoso escote, y esas caderas sensuales que hacían las delicias y el deseo de más de uno en cada evento. Yo era el consentido de mi tía Paola, siempre me subía a su regazo, me apoyaba la cabeza contra sus pechos y me acariciaba el pelo con cariño. A partir de los 12 años, esa costumbre comenzó a excitarme, a hacerme sentir deseos de lamer esa piel y probar ese perfume que me volvía completamente loco…

Y fue a esa corta edad que comenzaron mis visitas, cada vez más asiduas, solo para estar
cerca de esos sensacionales pechos y ese culo fantástico. Esta
situación
se dio por años, desde mis 12 años hasta los 23 fantasee con mi tía y
me
entregue a desenfrenadas masturbaciones imaginando todo lo que seria
capaz de hacerle de tenerla una noche para mí.
Recuerdo en especial una tarde de octubre, en la que me dio fiebre estando de visita en su casa. Ella me dio los cuidados de rigor, una píldora antifebril, reposo y paños húmedos en la frente.
Tenía yo 16 años y mi tío no estaba en casa. Mis primos dormían arriba y yo en el sofá de la sala en la planta baja.
Tía Paola paso la noche atendiéndome. Yo miraba su camisón semi-transparente, a través del cual se mecían un precioso par de tetas con pezones de enormes aureolas oscuras.
La erección debió durarme toda la noche.
Ella me cambiaba los paños y me daba besitos en la frente, mientras sus pechos se bamboleaban ante mi cara…era una sensacional y muy caliente situación.
En un momento mi tía, mientras me ponía un paño húmedo en la frente y tomaba mi temperatura con un termómetro, apoyo al descuido su mano cerca de mi muy erecto miembro. Creo que contuve la respiración esos celestiales momentos en que duró aquella escena. Tía Paola debió darse cuenta de mi erección pues retiro su mano de inmediato y me sonrió algo nerviosa. Se levantó y me dijo
-te traeré algo fresco martu…debes hidratarte…
La vi irse con esa tanguita enterrada en su hermoso culito y casi acabo allí mismo.
Volvió con jugo de naranjas y para darme de beber, se sentó a mi lado y me ayudo a incorporarme abrazándome con dulzura.
Bebe todo mi martu, ya la fiebre está cediendo…
Poco a poco bebí todo el vaso , al terminarlo Tía me apoyo en su regazo y me pidió que tratara de dormir un poco.
Apoyado en esos pechos di rienda suelta a mis más oscuros deseos y la imagine teniendo sexo conmigo, pidiéndome mas, poseída de deseo, chupando mi pija con voracidad…
Pero solo soñaba por la fiebre y al despertar mi tía dormía a mi lado, con su boca pegada a mi cara.
No resistí la tentación y la bese, lo cual la despertó inmediatamente, sobresaltada me miro y me dijo:
-Martu! Estas mucho mejor veo…!
-Perdón Tía – respondí
-es que soñaba… -trate de justificar mi proceder.
-No hay problema Martu…estas en la edad de la revolución de las hormonas y lo entiendo. Pero no lo digamos a nadie si? Será nuestro secretito.
Y sonriéndome me besó nuevamente y se fue a preparar el desayuno.
Pasaron años de aquel hecho y no volvimos a estar en otra situación igual, pero nunca olvide ese beso.
Y estaba seguro que ella tampoco.
Paola era una mujer tranquila, exuberante, simpática, a la que mi
tío, por su adicción al alcohol, no atendía como ella merecía.
Pasábamos tardes tomando mates los dos sentaditos uno frente al otro
en el patio trasero de su casa, yo comiéndole los pechos con la mirada
y saboreando su saliva de la bombilla. Ella me retaba porque quería que
yo llevara una novia y se la presentara, me decía:
-sobrino cuando vas a venir con una chica? me imagino que a tus años
debes andar rasguñando las paredes no?
Yo la miraba y le contestaba
- Y si tía…a veces ando re caliente…que se le va a hacer!
Ella sonreía y lo dejaba allí, pero un día, una tarde en la cual mi
tío estaba de viaje y mis primos en un campamento, la historia, por fin, cambio.
Ella me recibió con una remerita corta que dejaba ver su ombligo y
sus pezones duros asomaban pidiendo guerra, tenía un short de jean
ajustado por el cual escapaban sus nalgas …
-Tía estas para el infarto !!!-le dije mientras nos saludábamos
-Si no fueras mi tía…-exclame mirándola con picardía.
Ella se sonrojo y me dijo
-Hay Martin!!! las cosas que decís che…si soy una vieja
Yo me hice el enojado y mientras ella terminaba de cerrar la puerta,
la abrace y le dije
- Vos no sos una vieja Paola, sos una hermosa mujer, no vuelvas a
decir eso porque me enojare!
Ella sonrió y me abrazo con fuerza y me susurro al oído
-te gustan las maduritas sobrino?
Recordé el beso que años atrás nos dimos. Mi pija se endureció inmediatamente.
Pero solo sonreí y le guiñé un ojo, luego le pregunté
-Qué raro vos vestida así !!! esperabas a alguien?
-A vos te esperaba Martu-me dijo sonriendo y tomando mi mano
Me sonrojé. La miré bastante nervioso.
-Vamos a tomar algo fresco-agrego y me llevo a la cocina.
Allí me conto del viaje del Tío y el campamento de mis 2 primos, y me
confesó que tenía ganas de que yo fuera a visitarla para acompañarla
esos días.
-Entonces me esperabas de verdad!!! Qué bueno Paola! Yo también tenia
ganas de verte!- le dije entusiasmado
-Seguro la vamos a pasar muy bien..-dijo con voz sugerente
-Queres que vayamos de compras así tenemos provisiones para el fin de
semana?- me pregunto.
-Si claro, te acompaño, pero déjame darme una ducha antes
-okey, vaya y apúrese que me voy a cambiar este disfraz de
gata!!!-exclamo a pura carcajada
Ella fue hacia el dormitorio, yo hacia la ducha, entré al baño, me
saque toda la ropa y me di cuenta que no había toalla disponible, solo
una bastante húmeda; me envolví en ella de la cintura para abajo y fui
a
pedirle una a mi tía.
Entre al dormitorio y la encontré en tanguita y con los pechos al
aire, ella se sobresaltó y se cubrió con las manos, sonrojándose levemente.
-Perdóname Paola…es que no había toalla seca y yo…-dije sin
sacarle los ojos de encima.
-Hay Martin…pareciera que nunca viste a una mujer medio
desnuda…me pones nerviosa!!!
-Y vos a mí ni te cuento-respondí y me mordí la lengua…pensé que me
había propasado en mi comentario, pero Paola se acercó a mí y dándome
un beso en la mejilla me dijo:
-Martu…te gusto?
Nunca había logrado olvidar aquel beso, y allí estaba frente a mí, casi desnuda e insinuándose…
-Toda la vida me has gustado Pao…nunca olvide nuestro beso…
Respondí nervioso y excitado.
No sé si para ese entonces ella ya había notado la erección

descomunal que yo tenía, o si mis nervios la llevaron a deducir mis
deseos, lo
único cierto es que no pude decirle más, solo me limite a tomarla del cuello
con
suavidad y besarla en la boca; que me recibió abierta, con su lengua
jugueteando con la mía afiebrada mente y apretando su cuerpo contra el
mío
con fuerza. Mis manos volaban por su cuerpo, que se estremecía ante mis caricias. Visitaron su espalda, sus nalgas, escalaron sus pechos y buscaron su ya húmeda conchita…
Fue un beso maravilloso, y duro varios minutos, al cabo de los cuales
ella comenzó a jadear y me pidió:
-Llévame a la cama y hacerme tuya Martu
La levante en brazos sin separar sus labios de los míos, y caímos
juntos en la cama.
-Hace tiempo que fantaseo con esto- me dijo entre lengüetazos…
-Yo hace años sueño con hacerte el amor Paola-le respondí mientras
apoyaba mi miembro, aun con la toalla encima, sobre su conchita, que
todavía escondía su pequeña tanga.
-ay Martu…la tienes grande y dura – murmuró mientras la tanteaba con sus manos a través de la tela.
-Dámela Martin…La quiero toda!!!
Ella me acarició el pecho, me fue besando las tetillas, y me susurró
-Por fin esta Verga es mía!!! Hace rato que no tengo una como la
gente!!!
me saco la toalla a los tirones, desesperada…
Y se la metió lentamente en la boca…
Ahhhh fue sensacional, yo miraba mi miembro perderse en esa boquita
carnosa y me estremecía de placer, ella clavo sus ojos en los míos
mientras me follaba como una verdadera PUTA, y eso me enloquecía…Su
boquita se cerraba sobre el glande con suavidad, mientras retorcía la
lengua como una serpiente acorralada en su cubil.
Sus jadeos, su cabello desordenado, su culo en esa diminuta tanga (
que se notaba empapada) y su mirada me harían perder la razón. Debía
darle a mi tía Paola un poco de su propia medicina…
-AHHHH lauraaaaaa….yo también quiero chupartelaaaaa-le rogué.
Sin soltar mi pija se dio vuelta ofreciéndome la vulva en mi cara.
Prácticamente le arranque la tanguita en tres zarpazos, y disfrute la
vista solo unos pocos segundos antes de comerme la concha que más había
deseado en mi vida. Hasta ese momento me había encamado con tres
boluditas que mucho no sabían. Un olvidable Pete ( así llamamos a la
mamada en argentina), y una vez un culo
(casi bah, porque se la enterré y me obligo a sacarla a los gritos), lo
demás había sido
siempre ponerla y chau.
Pero mi tía Paola era una mina hecha y derecha,
que sabía bastante, no porque mi tío la supiera satisfacer o coger muy
bien, sino porque ( como ella misma me contaría mas adelante ) leía muchas historias eróticas y ( a escondidas )
miraba películas pornográficas.
Era mi primer 69, y fue espectacular, le enterré la lengua entre los
labios mayores y subí hacia el clítoris, al sentir sus temblores y
alaridos cuando masajeaba con la punta de mi lengua ese botoncito,
acelere
mis lamidas, lo cual la puso totalmente loca, gemía, jadeaba, gritaba,
se encorvava,temblaba, estaba gozando de manera desenfrenada, y en eso,
yo, que con sus alaridos me calenté aún más, sentí que ya no podía mas
retener esa leche que durante años espero por mi tía.
-Paolaaaaa voy a acabar-grite
Ella me clavo las uñas en las nalgas y aceleró sus movimientos al
mismo tiempo que gritaba:
-Ahhhh….ahhhhhhh….yo…también…ahhhhhhhhh ….siiiii…dame
toda …ahhhhh ….toda tu lechita….ahhhh
y con un estremecimiento que nunca olvidare, mi poronga, endurecida y
fuera de control, lanzó largos chorros de caliente semen en su garganta
casi en simultaneo con su acabada, que hacía temblar su vagina en mi
boca. Lamí su culo que, casi imperceptiblemente, se abría y cerraba en
sintonía con sus violentos espasmos. Ella gemía descontrolada,
Sentía su lengua saborearme y chupar con fuerza, mientras decía:
-MMMMMM….siiiiiiiii…que rico!!!! ahhhhhhh
yo la escuchaba y sentía desmayarme ante tanto placer, mi lengua se
hundía en su culito cada vez más, dilatándolo y ensalivándolo con
insistencia..
-ayyy Martu!!! me quieres hacer el orto también?! me gritó empujándome
cada vez más el culo en mi cara
-Paola, a partir de ahora soy tu dueño, y vos mi dueña-conteste con
la voz enronquecida…
-Siiii papito…hacerme lo que quieras mi amor- me grito lamiéndome
los
huevos y aun temblando
-Me trague toda tu leche, y jamás había hecho algo así…-confeso
lamiéndose los labios con satisfacción
estábamos re-calientes y todo el tiempo que demoramos en concretar
nuestras fantasías estaba siendo recuperado con creces. La lechada que
añeje por tantos años recién asomaba a lo que sería el más salvaje fin
de
semana de nuestras vidas.
Mi lengua no dejaba de perforar su culito con ansias y ella me
limpiaba la Pija con una dedicación alucinante.
Mi miembro que no se había ablandado del todo se estaba endureciendo
otra vez. 


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